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La 4ª (r)evolución de los medios de comunicación

Internet móvil está transformando el mundo. Después de la lengua, la escritura y la imprenta, estamos al principio de una nueva era: la Redes Sociales están revolucionando la comunicación

Los rápidos avances en la tecnología de las comunicaciones han hecho posible que cada uno de nosotros, en los países industrializados desarrollados, lleve consigo una imprenta digital, un transmisor de radio, un aparato de televisión, una cámara fotográfica, una cámara de vídeo, una grabadora de voz, una consola de edición para películas y bibliotecas enteras de conocimientos. Hablamos del smartphone, ese ordenador digital de bolsillo conectado en red. También se puede utilizar para llamar por teléfono…

Un minuto en Internet.

Internet móvil está cambiando el mundo. En sólo 20 años, la velocidad de transferencia de datos se ha multiplicado de 50 kilobits por segundo en la antigua red GSM a un gigabit por segundo. Esto equivale a mil millones de bits por segundo y, por tanto, a 2.000 veces la velocidad de los primeros tiempos de la comunicación móvil.

Internet móvil cambia el mundo

No fue hasta el cambio de milenio y la introducción del UMTS cuando velocidades de descarga de unos 7 Mbits/s permitieron a los usuarios conectarse a Internet en movimiento. Pero las pantallas de los móviles de entonces eran pequeñas y de baja calidad, y además faltaba cobertura de red. Hasta hace diez años, el teléfono móvil no sustituía al ordenador fijo o al portátil.

No fue hasta 2007 y el triunfo del iPhone, así como la introducción del estándar de telefonía móvil “LTE Advanced” (también llamado 4G, cuarta generación), cuando comenzó el uso masivo de Internet móvil. Este año entrarán en funcionamiento las primeras redes 5G. Se trata de redes de velocidad ultrarrápida y rendimiento fiable que, según un estudio de Ericcson, reducen el coste por gigabyte de transferencia de datos a 1/10 del coste en las redes 4G.

El 80% de la población posee un smartphone

En todo el mundo se venden ya 1.500 millones de smartphones al año. Según un informe de GSMA Intelligence, que hace un seguimiento de las tendencias en la industria de la telefonía móvil, en 2020 había 5.270 millones de abonados únicos a la telefonía móvil en todo el mundo, y se espera que esa cifra aumente a 5.800 millones en 2025. Esto significa que en 2025, alrededor del 73% de la población mundial tendrá un teléfono móvil.

En los mercados más desarrollados, incluida Europa Occidental, el índice de penetración es ya del 80-90%. La situación es diferente en el grupo de personas de más de 70 años: Sólo el 17% de los mayores de 70 años utiliza actualmente un smartphone, según la agencia ZenithMedia. Al fin y al cabo, el smartphone sigue siendo un fenómeno joven.

La tercera revolución de los medios de comunicación

Echemos la vista atrás a los inicios de la difusión moderna de la información y el conocimiento. La invención de la imprenta tipográfica por Johannes Gutenberg (nacido en Maguncia en 1400 y fallecido en 1468) marcó el comienzo de la tercera revolución de los medios de comunicación, tras el desarrollo del lenguaje y la invención de sistemas de escritura complejos.

Gracias al invento de Gutenberg, el humanismo occidental se vio marcado por la difusión masiva de textos, información y educación. La alfabetización como resultado de la imprenta marcó el comienzo de una auténtica revolución educativa. Por fin el saber se hizo accesible a todos. La imprenta hizo posible la reproducción exacta del conocimiento. Precisamente por eso, la revista “Time” nombró a Johannes Gutenberg el “inventor más importante del segundo milenio”. Merece la pena recordar un aforismo del matemático y físico Georg Christoph Lichtenberg:

“Más que el oro, el plomo ha cambiado el mundo, y más que el plomo en la escopeta, ¡el plomo en la caja tipográfica!”.

El rápido avance de la digitalización desde que el científico Tim Berners-Lee , el “padre de Internet”, presentó su concepto de “World Wide Web” en marzo de 1991, ha provocado un enorme aumento de los mensajes intercambiados. El mejor ejemplo de ello son hoy las redes sociales, la web social. ¿Se ha preguntado alguna vez qué ocurre hoy en un minuto en Internet?

Lori Lewis ha plasmado esta disrupción en un gráfico para la plataforma de información www.visualcapitalist.com:

Los datos son casi abrumadores: En un minuto…

se envían 187 millones de correos electrónicos

38 millones de Whatsapp

18 millones de mensajes de texto

4,3 millones de vídeos de Youtube vistos

575.000 tuits enviados en Twitter

casi un millón de inicios de sesión en Facebook y tres millones de posts publicados

5,7 millones de búsquedas en Google

descargó 174.000 aplicaciones de Google Play o AppStore

vio 452.000 horas en Netflix

y gastó cerca de un millón de dólares en Internet.

Sólo por diversión, calculado a lo largo de un mes, eso significa

42.000 millones de inicios de sesión en Facebook

160.000 millones de búsquedas en Google

1,6 billones de mensajes de Whatsapp enviados

9 billones de correos electrónicos enviados

Si lo calculamos anualmente, llegaríamos a la casi inimaginable cifra de 100 billones de correos electrónicos…

Las malas noticias

Aunque nunca ha sido tan fácil como hoy enviar información a una gran audiencia, tampoco ha sido nunca tan difícil que alguien “ahí fuera” en la WWW se percate siquiera de esta información. Ante la avalancha de noticias, los mensajes individuales apenas llegan. El mundo entero quiere nuestra atención, pero el día sólo tiene 24 horas.

Los científicos de los medios de comunicación hablan de la economía de la atención, que se desarrolla en la interfaz entre tecnología, medios de comunicación y economía digital. Gracias a las nuevas tecnologías y a los cambios sociales que las acompañan (palabras clave #acceleration #alwaysON), la atención del individuo se está convirtiendo en un bien valioso.

Si estamos conectados en todo momento -siempre ON- y si hay un suministro ilimitado de información, ¿qué nos hace esto? Apenas estamos empezando a comprender el impacto que la Transformación Digital está teniendo en nuestro nivel mental de conciencia.

La buena noticia

Nunca antes en la historia de la humanidad ha sido más fácil publicar, es decir, poner la información a disposición de un público amplio. El smartphone en uso en Internet móvil permite establecer contactos con cientos, miles, decenas de miles, incluso millones de personas en tiempo real, a escala local, nacional y mundial. A través de internet, los contenidos pueden distribuirse a los lectores de forma más rápida, barata y ecológica que nunca. La mayor eficacia se consigue cuando los usuarios participan en el proceso de redistribución, y eso es exactamente lo que hoy representan los términos “P2P” e “intercambio de archivos”.

Ya no dependemos de los editores. El modelo jerárquico de “emisor aquí – receptor allá” ha llegado a su fin desde que cualquiera puede salir al aire. Ya no somos “sólo” consumidores de noticias e historias difundidas por la prensa escrita, la radio o la televisión, sino que también somos emisores. Estamos ante la ruptura del modelo de difusión, que puede ser comparable en su explosividad a la invención de la imprenta.

Esta comunicación basada en la red garantiza a las personas un intercambio de información independiente del tiempo y el lugar como nunca antes. Internet permite a la gente mantener conversaciones que simplemente no eran posibles en la época de los medios de comunicación de masas.

Y es precisamente esto el gran reto y al mismo tiempo el quid para las editoriales tradicionales. Porque, según la reciente publicación Advertising Forecast, dos tercios del crecimiento del gasto publicitario mundial hasta 2020 corresponderán a los anuncios en las redes sociales. Esto significa que las empresas internacionales invertirán más de 76.000 millones de dólares (equivalentes a 67.000 millones de euros) en anuncios en medios sociales. Un tercio de la inversión publicitaria mundial se destinará a la publicidad móvil en los próximos dos años. Es el dinero que ya no fluye hacia la publicidad clásica…

Una maldición y una bendición

No cabe duda: la nueva era de la comunicación móvil de masas puede ser a la vez una maldición y una bendición. En efecto, Internet móvil nos envuelve como una especie de capullo, como una niebla virtual omnipresente de bits y bytes. En nuestros timelines de Facebook, Twitter, YouTube, Signal, Telegram, Instagram, TikTok y compañía nos enteramos de lo que otros están haciendo y compartiendo el año pasado, la semana pasada, ayer o ahora mismo. Los que no están en línea se quedan fuera hasta cierto punto. Y lo que no está en Internet en realidad no ha tenido lugar en la conciencia pública.

Big Data, Deep Learning, Realidad Virtual e Inteligencia Artificial son las tecnologías clave de la 4ª revolución mediática. Las empresas que no sigan el camino de la transformación digital desaparecerán en gran medida del mercado de aquí a 2025.

Sin embargo, también es una oportunidad. Es el mejor de los tiempos para estar conectado con mucha gente, para estar en red. Un ejemplo de mi trabajo: con mi editorial digital AlphaMedia Comunicación llego directamente a más de 20.000 personas, gracias a mi red de 5.000 contactos en Facebook, mi revista online en FB #CostaBlancaLEBEN con 8.000 fans, gracias a 3.000 contactos vía email, 2.000 contactos en LinkedIn y 1.000 seguidores en Instagram. A través de la compartición en grupos y el boosting, los posts individuales y las campañas consiguen un alcance de hasta 100.000 lectores, dirigidos a grupos específicos.

Hay que reconocerlo: Eso es poco comparado con influencers globales como la estrella del pop Justin Bieber, que puede llegar a más de 100 millones de personas con uno solo de sus tuits. Pero es mucho en términos de un nicho actualmente definido: el turismo en la Costa Blanca española. Y, de hecho, es muchas veces superior a la difusión alcanzada por los medios impresos regionales o al alcance de las emisoras de radio locales.

Los medios de comunicación de masas, como la prensa escrita, la radio y la televisión, surgieron en su día de la lógica anterior a Internet de la escasez y la física. Los productos mediáticos son caros de producir, el espacio es limitado – por el papel y el número de páginas de una hoja/revista o por las frecuencias de emisión disponibles. Por eso, en el pasado sólo prevalecieron unos pocos proveedores. Un dato: en Alemania, cinco familias editoriales controlan el 80% de todos los productos impresos.

La relevancia es crucial

Internet y, sobre todo, la web social están cambiando la dinámica. Accedemos a información, contenidos y productos a la carta, es decir, cuando queremos y necesitamos. “Pull” es el principio: la gente saca su información de la red, o visita las páginas de inicio de las empresas que le gustan. Mientras que el espacio limitado en las estanterías solía determinar los ganadores en el mercado, hoy tenemos acceso en línea a todas las estanterías del mundo. Al espacio ilimitado de las estanterías de Amazon o Alibaba, por ejemplo.

“Push”, por su parte, designa una estrategia en la que los productos o contenidos se imponen a la gente a través de publicidad, ferias, expositores, etc. La desventaja de esta estrategia es que no tiene el mismo efecto. La desventaja: la estrategia de empuje requiere cadenas de suministro ininterrumpidas desde la fábrica hasta el almacén y la tienda.

Trasladado al tema de la publicación en Internet, esto significa que quienes publican en línea tendrán éxito si ofrecen un beneficio a sus lectores y/o clientes potenciales. Ya no es necesario seguir la lógica del mercado de masas, es decir, crear contenidos que sean “lo suficientemente buenos para el mayor número de personas posible”. En su lugar, es importante crear una oferta que esté específicamente adaptada. Y, por tanto, ¡pertinente!

Atención + Interés = Acción

Las empresas que no entienden que los mercados funcionan cada vez más en red – de persona a persona- y que, en consecuencia, entablan conversaciones cada vez más inteligentes y directamente conectadas, están perdiendo su mejor oportunidad. Hoy en día, las empresas tienen que abandonar su torre de marfil y hablar con las personas con las que quieren relacionarse.

Un modelo de escenario popular para la eficacia del contenido en la web social es AIDA. El acrónimo significa: Atención, Interés, Deseo, Acción. La atención (Attention) de una publicación se genera con colores llamativos, música o vídeos, lo que da lugar a un interés y deseo (Desire) por parte del lector de leer más. La acción tiene lugar cuando el lector se pone en contacto, se suscribe al boletín, asiste a un seminario web, concierta una cita, hace un pedido, etc.

Trasladado a la publicación online, esto significa que es importante crearse un nicho de forma continua y estratégica a lo largo de semanas y meses en los canales de la web social. El “Modelo de Madurez de Contenidos” según JoAnne Hacko diferencia entre varios grados de madurez para la creación de contenidos, a saber, ad hoc, planificado, orientado, atribuido, analizado y optimizado.

Sin una estrategia sobre cómo ser visible en línea de forma coherente, cualquier presencia en la web social seguirá siendo, en el mejor de los casos, dirigida, es decir, creada ad hoc. La presencia en los medios sociales en cuestión carece de estructura y planificación. La calidad de los posts publicados en este contexto suele ser completamente diferente, dependiendo de las habilidades individuales de los distintos autores/fotógrafos del equipo que suben contenidos. No se reconocen las necesidades de los clientes potenciales porque nunca se han investigado.

En cuanto se definen las contribuciones en el marco de una estrategia -es decir, los temas, los canales y los recursos asociados- estamos un paso más allá. Los planes editoriales ayudan a definir procesos ordenados de producción, publicación y responsabilidades. Los contenidos dirigidos funcionan cuando está claro a quién se puede llegar y cómo, con el fin de establecer la confianza a medio plazo.

Atribuido significa contenido creado a medida. El editor sabe qué tipo de contenido produce qué resultados en qué grupo objetivo. El contenido se analiza cuando la interacción de los lectores con las ofertas demuestra la relevancia que tiene para ellos. “Cuanto más reaccionan los clientes al contenido”, afirma Stefan DÁmore, profesor de estrategia de contenidos, “más valioso es, obviamente, para los clientes”.

Cuantos más clientes potenciales, interacciones y ventas se generen en el contexto de la información proporcionada y cuanto menores hayan sido los costes de producción del contenido, más valiosa será la contribución para la empresa. Los contenidos optimizados funcionan cuando todos los autores que participan en el equipo publican contenidos de calidad y los distintos procesos se han hecho mensurables.

Cuando sopla el viento del cambio, unos construyen molinos, otros muros protectores

Hemos visto las consecuencias del rápido desarrollo de la tecnología de la comunicación, hemos abordado el desarrollo de Internet móvil y sus consecuencias para el rápido cambio social, hemos echado la vista atrás para ver la evolución desde la impresión de libros hasta la transformación digital y hemos presentado dos modelos para la creación de una edición orientada a objetivos.

Dejemos las palabras de clausura al reportero alemán Egon Erwin Kisch:

“Nada es más sorprendente que la simple verdad, nada es más exótico que nuestro entorno, nada es más imaginativo que la objetividad. Y nada es más sensacional en el mundo que el tiempo en que uno vive”.

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